Sabíamos que con Tom Louis la película tendría al puño de hierro que estabamos buscando. Bajo su apariencia de diablo de Tasmania se esconde un consumado fistero que no pierde el tiempo ante culos tan apetitosos como son los de Colón y Aitor Crash. Miedo me da...
Pero Tom Louis es más que eso (y que su pollón). Divertido como pocos da un toque de humor expontáneo muy bien secundado por Macanao mientras Colón espera dilatadísimo a que uno de los dos atienda su culo. ¡Y vaya si lo atienden!
Texto: Ramon Redel
Foto: Ramon Redel
Mas que el leon de Tasmania, me recuerda al Quasimodo de Notre Dame,con un toque mas que subido a Esmeralda que no a Febos.
ResponderEliminarDe todos modos tiene mérito de ser el perejil de todas las salsas de Jalif, vamos que igul vale para un roto que para un descosido